El sector de residuos oleícolas genera abundantemente alperujo, un subproducto de la extracción de aceite de oliva, que puede ser valorizado mediante tecnologías de pirogasificación para producir biocombustibles y subproductos útiles, contribuyendo a la economía circular. Además, residuos de poda seca, como ramas y hojas, y residuos plásticos también pueden ser tratados mediante pirogasificadores en modo discontinuo o continuo, transformándose en hidrocarburos líquidos, gases y residuos sólidos reutilizables. Los residuos derivados de la poda, con alto contenido en materia orgánica, representan una fuente potencial de energía renovable y materiales para procesos térmicos. La valorización mediante pirogasificación reduce la cantidad de residuos en vertederos, evita emisiones nocivas y genera recursos energéticos y materiales de alto valor agregado para distintos sectores productivos.